Hard Candy

La película trata un argumento poco grato: redes sociales y pedofilia. Data del año 2005 donde este tema era bastante novedoso, ahora estamos un poco más informados pero desgraciadamente la advertencia que transmite tiene plena vigencia.

Es fácil de ver? Para nada, puede herir la sensibilidad del espectador. Si bien no tiene escenas de sexo explícito, el tema centra, que toma toda la película, y muchos momentos cargados de violencia van a exigirnos permanentemente durante los 103 minutos de su duración.

El reparto es de cinco actores, pero los dos protagonistas Ellen Page  y Patrick Wilson aparecen solos, en un diálogo continuo durante casi todo el film.

Ellen da vida a Hayley una adolescente que navega por las redes sociales, Patrick a un fotográfo, Jeff,  que se relaciona con ella utilizando de manera muy inteligente las herramientas virtuales.

Toda la acción transcurre en la casa de Jeff donde Hayley acude engañada y mantiene con él un diálogo que aborda temas difíciles, íntimos y donde la mentira es la protagonista permanente.

Las actuaciones son excelentes, la capacidad de Ellen para pasar de la ingenuidad y de la candidez a la furia o la de Patrick para mostrarse vulnerable, desconcertado o violento esta reforzada con una fotografía que utiliza el primer plano como herramienta fundamental y así nos acerca a la historia, llevándonos una y otra vez a la interioridad  de cada uno y de su relación.

La música no es relevante, pero sí lo es la fotografía y el manejo de la cámara que hace el director David Slade, dándonos escenas con una dinámica vertiginosa, cargadas de velocidad y movimiento con cierto descuido que subrayan ese clima caótico que el argumento tiene de por sí.

Como dije antes no es fácil mantener la mirada y dejarse tomar por los diálogos, pero vale la pena verla, por el tema que aborda y por la calidad cinematográfica.

Es para adultos, personalmente no me parece para adolescentes chicos y en el caso de los más grandes es bueno que la vean con sus padres.

Cada tanto la dan por cable (I-sat) en otros países se conoce como 'Niña mala' o 'Dulce venganza'. Malas traducciones o interpretaciones del original.